Conocida es la simplista tendencia dicotómica de las cosas desde el “status quo”. Sobre las posibles explicaciones de la aparición y evolución de los seres vivos, solo se recogen dos caminos: o bien defiendes la teoría científico-dogmática oficial: Teoría Darwinista, que incluye una visión de la vida bélica, competitiva y donde sobreviven solo los individuos “más aptos”, o eres un “Creacionista”, o sea, defiendes que el mundo fue creado por Dios, y punto.
De ahí que esta teoría científica se ha llamado el Tercer Camino o la Tercera Vía de la teoría evolutiva:
Colaboración, simbiosis, equilibrio, cambios evolutivos bruscos asociados a fenómenos catastróficos de la historia terrestre, virus y bacterias como los ladrillos que sustentan la vida y nuestro propio cuerpo, influencia de la epigenética en nuestro sistema inmunitario y las enfermedades…
Como pasa en otros espacios de la ciencia, las teorías que todavía se repiten desde hace 150 años (época victoriana) están quedando obsoletas ante las nuevas evidencias en diferentes materias como, en este caso, la biología y la antropología.
Tenemos un referente brillante de esta tercera teoría en la Península Ibérica. Es el profesor Máximo Sandín, Doctor en Ciencias Biológicas. Ha ejercido como profesor titular de Evolución Humana y Ecología en el Departamento de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid hasta su reciente jubilación.
Os dejo un artículo de prensa que resume muy bien las bases de esta revisión actual de la evolución y que influye directamente en la manera en la que interpretamos la Vida y la naturaleza humana. Por eso es tan importante, porque difumina la visión de la vida materialista-mecanicista que nos ha llevado hasta este escenario actual.
¿Hacia dónde nos llevaría otra interpretación de cómo funcionan la Vida y el Ser Humano?
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